Una Harley en la GSada

Pues sucedió un día que me llamó mi buen amigo Angel y me dijo: ¿te vienes a la Alberca (Salamanca) a una concentración de BMWs GS1200?. Y como le voy a decir que no... pocos días después íbamos camino a la Alberca, a la GSada.

Salimos el viernes por la mañana, ya que teníamos por delante 740km desde nuestra amada Murcia. En la Venta del Olivo recogimos a Miguel (Cartago para los GSeros) y Loli, en su flamante GS Adventure, partiendo hasta la próxima parada en Villarobledo, donde tras un bocata y repostar partimos hacia Toledo. Paramos cerca de Navalmoral de la Mata y esperamos a otro grupo que venía de Almería, y como no, montados en sus cuidadas GSs.

Después de una llamada de teléfono a mi buen amigo Manolo Matías oriundo de Cáceres, más concretamente de Robledillo de Gata, pueblo encantador de la Sierra de Gata, nos aconsejó ir a la Alberca por Bejar. Pero malditos GPSs, nos metieron por una carretera, por llamarla de algún modo, difícil de olvidar en mucho tiempo.

La carretera, era estrecha, llena de curvas y con socavones del tamaño del krakatoa. Después de hora y media, logramos hacer los últimos 60Km que nos quedaban y llegamos a la Alberca.

Al llegar al hotel de la concentración, nuestra Harley, a pesar de todo, no desentonó mucho. La verdad es que nos trataron como a una GS más. La gente de la concentración era bastante maja.

Ángel, conocía a mucha gente y nos introdujimos sin mucho problema.

Después de una ducha, tras 10 horas de moto, subimos al salón donde se organizó una cena. Allí conocimos a una pareja de Gallegos bastante salados. Después de cenar, y alguna copa, nos fuimos a descansar, aunque Angel y Bene, se fueron a una discoteca hasta no se que hora.

A la mañana siguiente, había una ruta. No fuimos pero Angel y Bene si. Nosotros hicimos una pequeña ruta recorriendo Ciudad Rodrigo, y subiendo a la Peña de Francia.

Al medio día fuimos a la plaza mayor de la Alberca, que estaba plagada de GSs, y allí aparcamos nuestra Harley.

Comida, descanso y cena medieval.

En la cena medieval conocimos a una pareja de Ibiza que al día siguiente harían parte de la ruta con nosotros.

La mañana del domingo salimos temprano para Murcia, y tras 7 horas llegamos a nuestra casa.

El año que viene, si nos admiten otra vez, repetiremos.

Por tierra de Gredos

Allá por el mes de Marzo, un nuevo viaje se creaba en nuestras mentes y emprendimos viaje con ansiadas ganas por almacenar nuevas experiencias. Un nuevo paraje y sus gentes nos esperaban. .

Era un viaje de visita a una grande persona, un amigo de nombre Alfredo y de apariencia escocesa, por ello todos lo conocen, ¨El Escoces¨. El viaje comenzó con la ausencia de mis queridos compañeros de viajes y grandes amigos Joaquín y Eugenia, nos faltaría la música que los escapes de la Harley producen, pero llevándolos en nuestros corazones comenzamos viaje, mi Gsita, el que escribe y como no mi amada compañera.

Parada en Orgaz, pueblo muy pintoresco que alcanza fama mundial por el entierro de su conde, entierro que inmortalizo un tal Greco. Parada para comer y dar un fuerte abrazo a una amiga que por esos lares vive, Noez es su pueblo, pueblo muy cercano a la ciudad de las tres culturas.

Llegamos a nuestro destino, Arenas de San Pedro, ya pasada la tarde. Donde nos esperaba nuestro amigo "El Escoces", abrazos, risas, alguna cerveza, una cena suculenta, buena conversación y a descansar.

El nuevo día amaneció con frió, como no, donde estábamos no era para menos. pero teníamos una cita con nuestro amigo y un montón de moteros mas que se unieron a una ruta turística que Alfredo organizaba por los pueblos de su amado Gredos.

A primera hora llego a nuestro encuentro Juanma un tio grande de Alba de Tormes que vino a darnos un fuerte abrazo y rodar juntos por estas sus tierras vecinas.

Todos en marcha después de un café. Curvas y mas curvas, nieve y mas nieve, paradas para disfrutar de los encantos que esta tierra de Gredos tiene. Una ruta llena de magia y buen ambiente motero. Pero el regreso a nuestra querida Murcia era largo y tuvimos que marchar antes de ver terminar esta ruta.

Llegamos cargados de recuerdos , sensaciones y el disfrute de ver las cabras montesas de esta majestuosa sierra llamada Gredos. Echamos mucho de menos la Harley y los que con ella van . Tuvimos frio y a veces calor, vimos la nieve y sentimos el viento de la montaña, conocimos nuevos amigos y degustamos nuevos platos y caldos. Empujamos a la Gsita que le costo arrancar. Nos llenamos de sensaciones y experiencias, ya sabeis esas cosas que los viajes en moto siempre te dan.
Y como no Alfredo, gracias por estar

Hasta pronto Gredos.

Gran Premio de España Jerez 2011

Un año mas cuatro jinetes con sus monturas de hierro y sus inseparables compañeras se dirigen rumbo a Jerez, tierra de finos, manzanilla y motos, tierra de cantaores y caballos, tierra mágica llena de color y olores, tierra de motos y moteros. Que allá por el año 87 de un siglo ya pasado emprendieron el camino de los grandes premios de motociclismo. Circuito por donde han pasado infinidad de pilotos de todas las cilindradas y nacionalidades, y como no, muchas muchas personas . Un circuito cargado de grandes historias e infinidad de anécdotas. Ya hace algunos años los viajes eran mas rápidos y llenos de aceleraciones. Ahora son mas tranquilos, bien por la edad o por el código de circulación, todo cambia, pero lo importante es estar.

El jueves después de comer y dejar a buen recaudo a nuestro pequeño, comenzamos el viaje. Queríamos llegar antes del anochecer y parando solamente para repostar, llegamos a Chiclana donde mi compadre Pepe nos esperaba, 6 horitas de viaje y sin pasar de 110. Abrazos. risas y una buena cena cierran el intenso jueves.

El Viernes todos al circuito a ver los entrenos. Teníamos ganas de ver a Rossi non su nueva moto, una Ducati. El sitio no podía ser mejor se veía medio circuito, todo un espectáculo. Era una gozada, no había mucho público podíamos movernos casi por donde queríamos. Después de los entrenos libres comida en Conil, con la visita después de 23 años sin vernos a Fernando, un amigo y compañero de trabajo de mis tiempos por Ceuta. El abrazo fuer sincero y profundo, la conversación larga , ya se sabe de los gaditanos, teníamos que ponernos al día. Pasó la tarde y nos teníamos que marchar, a nuestro pesar y con la promesa de vernos pronto, emprendimos viaje a San Fernando, lugar donde se encontraba nuestro cuartel general.

En ruta andaban mis amigos/as, ellos partieron desde diferentes puntos de Murcia el viernes . Con gran deseo esperábamos su llegada. Ya todos juntos, por fin, degustamos una buena cena, unos bibis y a dormir. El sábado nos esperaban los entrenos cronometrados, quien conseguiría la pole. Primera experiencia para Lola y Mari que quedarian muy sorprendidas de la cantidad de motos y su ambiente.

Después turismo en Jédula un pueblecito próximo a Jerez donde nos repostaron a nosotros y a nuestras monturas. A Joaquín el número de la reserva paso a ser negativo. Turismo por Conil de la Frontera visitando los Caños de Meca. Un lugar paradisiaco para perderse y que nadie pueda encontrarte, lleno de arena fina y con vistas el continente Africano. África se veía tan cerca que casi podías tocarla, una distancia que parecía poder alcanzarse con unas pocas brazas.

Anduvimos por un camino de piedras, que para algunos fue divertido y para otros no tanto. Otro de arena fina para llegar al Cabo de Trafalgar, lugar cargado de sueños, historias y batallas de un tal Almirante Nelson. Tomamos un refresco en un bonito lugar próximo al cabo. Después rumbo a Conil donde dimos un tranquilo paseo, este sí a pie y compra de algunos recuerdos.

Vuelta al hotel. Cena tranquila , buena conversación, un montón de risas y a dormir que había que madrugar.
El domingo carreras.
Miramos por la ventana y nuestro temor se hizo realidad, lluvia. ¿Que hacemos? tenemos plan B. sin duda el plan B no existía por lo que nos enfundamos nuestros trajes, cojimos nuestras motos, algún paraguas, mochila con bocatas y al circuito.

Algunos pudimos refugiarnos de la lluvia

Durante las carreras no paro de llover acentuándose en la carrera de GP, lastima, casi todos fueron al suelo y nos dejaron sin ver el verdadero espectáculo. Gano Lorenzo y como no, volvió a tirarse a la charca, este chico no tiene solución, como piloto es muy bueno pero en sus declaraciones y celebraciones tiene mucho que aprender. Vamos a ver a pilotos correr en moto, ellos se juegan la vida y nosotros también en nuestro viaje. Para darnos espectáculos un poco absurdos. En fin, cosas de Lorenzo.
Terminan las carreras y habrá que esperar otro año para ver y sentir este maravilloso deporte.

Nos vamos al Hotel a descansar pero cambiamos de idea y sin dejar caer la tarde, pregunta. ¿Porque no nos vamos a Cadiz y el puerto de Santa María?. Dicho y hecho, ruta por Cadiz ciudad llena de pescadores, chirigotas y fortalezas. Con su gran teatro Falla, La Caleta y su estadio Ramón de Carranza.

Pescaito como no en el Romerijo, sitio típico del Puerto de Santa María, lugar lleno de moteros devorando ricos manjares. Cidad de olor a mar y manzanilla, ubicada en la ribera y desembocadura del rio Guadalete, ciudad fundada, según cuenta la leyenda por Menesteo, rey ateniense que participó en la guerra de Troya

De camino a nuestaras motos nos encontramos con una persona pequeña de estatura pero grande de corazon, campeón y maestro de campeones, de nombre Fausto. le pedí hacerse una foto y no lo dudo.

Todos a la cama, dejando en nuestro recuerdo una tierra extraordinaria cargada de momentos inolvidables.

Llegamos a nuestros destino Cehegin sin novedad, una cervecita con la mejor tapa del mundo, besos, abrazos y hasta pronto.

Un viaje de cuatro parejas pasando unos días llenos de bonitos recuerdo, para algunos los primeros, para otros los segundos y para otros la esperanza de que esto no deje de repetirse, gracias por compartir este bonito viaje, amigos.

XIX Concentración Motoquijotesca

Empezamos este viaje como no, con mucho frió. Salimos de Moratalla y ya teníamos 3º en la venta del olivo y aun nos quedaba lo peor.En Albacete ni frió ni calor 0º y aun nos quedaban 200 Km. La noche nos abrazo y con ella su manto helado propio de estas fechas, pero para unos moteros aventureros como nosotros , quien dijo miedo?, los coches que a nuestro lado viajaban no nos dejaban de observar y nosotros predecir sus palabras, Estos están locos. Pero que es la locura, tal vez sea un estado de felicidad absoluta y en este caso aun con el frió que llevábamos así nos sentíamos los cuatro. Alguna parada para calentar con un café que mas que beberlo lo abrazábamos deseosos que nos transmitiera su calor.

Llegamos al toboso sobre las 10 de la noche y ya nuestro amigo Luisvi nos esperaba con una hermosa hoguera en la zona de acampada, allí se encontraban mas amigos, en especial un escoces venido de su querido y amado Gredos. Los abrazos nos calentaron y la panceta nos dio energía. Pasamos la noche envueltos en risas y buenas charlas.

Al día siguiente Sábado todo empezaba. El día nos trajo un poco de sol que derretia el hielo que quedaba en las sombras. Ya con todo casi organizado solo quedaba esperar. Esperar a los participantes que no eran otros que nuestros amigos, venidos de toda España. con frio en sus manos y con ganas de un abrazo calido que no dudamos en entregar.

Os dejo con mejor pluma .La crónica que mi buen amigo Fernando Macmanaman tuvo a bien dedicarnos.

En un lugar de La Mancha de cuyo nombre no quiero olvidarme, el Motoclub Dulcinea tiene a bien organizar, desde hace 19 años, una peculiar concentración motera que, indiscutiblemente, es única.

El sábado 4 de diciembre, cuando media península estaba cubierta de nieve, el frío recibía a los 200 moteros llegados a El Toboso desde casi cualquier lugar de España: Ibiza, Barcelona, Santander, Salamanca, Huelva… Frío que se combatía con una cálida bienvenida, caldo, abrazos, cómicos, cena, concierto… y cariño, mucho cariño, el que desparramaban los miembros del M.C. Dulcinea.

El domingo, después del imprescindible desayuno, dirigimos nuestras monturas por las largas, y húmedas, rectas manchegas rumbo a Campo de Criptana y a sus majestuosos molinos. La vista desde allí arriba es impresionante, así que la organización había dispuesto agasajarnos con un caldo riquísimo para que nos deleitáramos con los gigantes, digo molinos.

Algo después, con el estómago caliente, doscientas monturas se dirigieron a Pedro Muñoz, donde esperaban unas riquísimas gachas a base de tocino ibérico. Cosa rica que se agradecía, dada la temperatura ambiente

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Al contrario que en otras concentraciones, en ésta no todo es montar en moto; hay mucho tiempo para compartir y charlar con otros moteros, para disfrutar del calor de las sonrisas que lucían todos los participantes y organizadores, y eso fue lo que hicimos en Mota del Cuervo, a donde llegamos para disfrutar de unas viandas junto a la iglesia, justo antes de volver a El Toboso, donde después de guardar un respetuoso minuto de silencio por los moteros que nos esperan en el cielo, se entregaron unos bonitos premios.

La zurra y una suculenta caldereta de cordero a base de millas de amistad, cuarto y mitad de compañerismo; amabilidad, alegría y motociclismo a partes iguales, sirvieron de preámbulo a la inevitable despedida.

Podíamos haber comido cualquier otra cosa, podíamos haber recorrido cualquier otra ruta, podíamos haber compartido el día con más o menos moteros, pero mientras se sigan haciendo las cosas con tanto cariño, que nadie dude de que mi moto y yo nunca olvidaremos el nombre de un lugar de La Mancha en el que el Motoclub Dulcinea tiene a bien organizar, desde hace 19 años, una peculiar concentración motera que, indiscutiblemente, es única.

Fernando Bautista

Gracias amigo por estas letras escritas desde lo mas profundo de tu corazón, gracias.

La concentración termino y teníamos que volver. El lunes cogimos nuestras monturas y rumbo a nuestra querida Murcia, tierra de adopción para mi y de nacimiento para mis compañeros de viaje. Del frió pasamos al calor, 18º quien lo diría, ahora nos sobraba la ropa, pero el viento nos dio un poco de lata, mas de lo necesario. Llegamos a nuestro punto de partida con el recuerdo de unos días llenos de alegría, ilusión e inolvidables recuerdos. Ahora solo queda esperar un nuevo sueño, una nueva aventura.